Dentro de una estrategia de Autogestión del Conocimiento se tiene que prever el ánimo filosófico de nuestra actividad, que va mucho más allá de la acción concreta y se encuadra en todo un estilo de vida que podría ser Slow Down. Si lo que queremos no es la simple ejecución, sino la reflexión en torno a ella sobre como lo hacemos, porque lo hacemos, para explicitar ese conocimiento, esto no se puede hacer de manera rápida y acelerada. Esto es propio de las acciones meramente intuitivas, impulsivas y no controladas, que pueden considerarse positivas para quien a través de la experiencia las adquirió como hábito, pero no generan valor para la organización ya que no pueden ser replicadas. Hay que aplicar el Slow Food tomando como alimento la información, y el lento masticar como la manera en que preparamos la asimilación de los contenidos.
